sábado, 3 de octubre de 2009

GLADIUS: EL ARMA DE NUESTRO ENEMIGO

Introducción


La Gladius no sólo fue la espada legionaria, también fue una espada legendaria. Recuentos históricos nos hablan del terror que los demás pueblos sentían en el campo de batalla ante ésta formidable arma. Sin embargo los Romanos no eran ajenos a este pavor, ellos mismos lo habían sufrido en el pasado al encontrársela por vez primera durante la Guerra Púnica -siglo III AC-. Cuando estas mortales espadas eran empuñadas por los Celtíberos, quienes causaron tantas bajas y heridas que los generales Romanos no lo dudaron y decidieron adoptarlas inmediatamente. Un ejemplo de su efectividad lo obtenemos de los épicos recuentos de Livio los cuales nos dan una imagen descriptiva y detallada del terror que los Macedonios sufrían al ver las heridas infligidas a sus camaradas por los Romanos. Pero qué era lo que hacía mortal a la gladius. Ni más ni menos el que ésta era ideal para las legiones Romanas. La gladius era una espada para ser utilizada en equipo, por una tropa disciplinada y obediente, cuyo ataque rápido y mortal daba una ventaja sin igual. La gladius no fue tan solo un mera arma sino que también fue el reflejo de una época, la época dorada de Roma. Como hemos dicho era una pieza de armamento que debía de ser utilizada por una tropa obediente, de lo contrario su efectividad, si bien útil, se reducía en gran medida. Esto hace que no nos sorprenda el que fuera reemplazada por la spatha cuando el caos sumió a Roma y las legiones ya no eran lo que alguna vez fueron, disciplinadas y entrenadas como en los tiempos de gloria Imperial.


Los orígenes

Actualmente se consideran cuatro tipos, o variantes, base de gladius. La gladius Hispaniensis -la más antigua y heredera directa de las portadas por los Celtíberos-; la gladius Mainz -Maguncia- sucesora de la primera; la gladius Fulham y la gladius Pompeii. Los nombres, o si así lo prefieren denominaciones, de cada variante de la espada, por cuestiones obvias, no son idénticos a los utilizados por los Romanos en su tiempo, salvo el de Hispaniensis. Cada tipo de gladius fue nombrado en base al lugar geográfico donde ha sido hallada, arqueológicamente, la primer pieza de dicha variante. En la actualidad nos encontramos con que hay un gran debate y confusión sobre el nivel de parentesco entre la Mainz y la Hispaniensis. Durante muchas décadas algunos estudiosos llegaron a creer que ambas eran la misma espada, solo que con simples variaciones en la hoja. Sin embargo actualmente esta idea ha sido abandonada y se ha optado por concluir que la Mainz, sucesora de la Hispaniensis, es en realidad una espada puramente Romana. Si bien claramente fuertemente basada en la Hispaniensis, sus elementos y forma son claramente propios de Roma y sus necesidades. No hay una confusión así con las variantes Fulham y Pompeii. Ya que sabemos, con seguridad, que son variaciones de la Mainz que se fueron dando con el tiempo, y sobretodo con los cambios estratégicos en la manera de hacer la guerra. Si bien tenemos algunas con puntas más cortas y diferente moldeado de hoja, otras con hoja acinturada y variaciones en la empuñadura. Es indudable que al fin todas son correspondientes al mismo tipo de espada.Pero veamos dónde y cuándo es que los Romanos la descubrieron por vez primera. Esto ocurrió en el siglo 3 AC, en pleno calor de la Guerra Púnica, cuando las tropas de mercenarios de la Hispania, comandados por Aníbal, lograron hacer tales estragos en las filas Romanas que varios legionarios se negaban a continuar luchando. Esta espada presentaba un tipo de combate totalmente diferente al visto hasta el momento. Era ideal para formaciones compactas y cerradas de ataque frontal -algo que a los Romanos les agradaba en exceso-. Su utilización no sólo era eficiente en el ataque de penetración y perforación, ataque para el que esta espada fue creada, sino que también era una excelente espada de corte cuyo doble filo daba una ventaja sin igual. Estas y otras razones fueron más que suficientes para que los ejércitos de la urbe las adoptaran sin dudarlo.








Principales características


Como hemos mencionado la gladius es una espada excelente para formaciones compactas. Su cruce de hoja romboide le daba una estabilidad óptima para ser alineada con el codo y el hombro en un ángulo de 90 grados, correr el largo escudo -Scutum-, y provocar una herida perforante en el abdomen del enemigo, que en la gran mayoría de los casos si no mataba instantáneamente lo hacía posteriormente. Su tamaño, de unos 60 centímetros, la hacía ideal para esta tarea. En si la ventaja táctica de no estaba, enteramente, en la destreza personal del combatiente. Sino en la disciplina de la fila de hombres. Cuyo ataque primario consistía en protegerse de forma mutua con sus escudos y, corriendo éstos ligeramente para crear una diminuta abertura, apuñalar a sus contrincantes. Dicha estrategia los hacía no sólo mortales sino que también les otorgaba una defensa superior. Tal estrategia se puede ver claramente durante la Guerra de las Galias. Las legiones de César, atacando de forma compacta y escalonada, podían sincronizar las filas para rotar, durante el mismo combate, a los hombres agotados y heridos de las primeras lineas por hombres frescos de las traseras. Esto ponía en serios problemas a los desorganizados Galos que debían enfrentarse constantemente contra hombres frescos y de espíritu renovado. Sin embargo decir que la gladius era útil sólo en combate cerrado sería una injusticia para con tan formidable pieza bélica. Esta no sólo era útil en el ataque de perforación. Por ejemplo si ocurría un flanqueo por parte del enemigo y la estructura compacta de la cohorte se veía comprometida, la gladius servía perfectamente como una espada de lucha y corte, dándole así al legionario la oportunidad de seguir combatiendo, eficientemente, en caso de que las cosas no resultaran como el General o Centurión lo desearan.


La hoja



La hoja de la gladius era su principal y más importante ventaja. Su diseño variaba dependiendo del tipo de gladius pero mantenía una línea general. Veamos sus características principales:
De unos 60 centímetros de largo
Hecha de hierro tratado por carbunización -como la galvanización actual pero con carbón-
Hoja de doble filo, de cruce de hoja romboide. Esto la hacía un poco más pesada pero le daba la estabilidad necesaria para un ataque alineado con el codo
Diseñada para perforar. Pero Además era eficiente en combate cortante
Recta y ancha, pero esto variaba dependiendo del tipo. Algunas gladius tenían su hoja acinturada
Punta en V alargada, esta era su principal característica de perforación. El largo de la punta le otorgaba menor superficie de contacto y por ende menor roce. Ideal para traspasar una cota de mallas o un escudo de madera.



La empuñadura



Era regla que, a diferencia de las espadas largas medievales, se hiciera aparte de la hoja. Esta generalmente podía ser de madera aunque versiones más distinguidas, para rangos más altos, la tenían de hueso o marfil. Las que se hacían con madera generalmente eran tratadas con distintos aceites para evitar que la madera se pudriera y además darle una mejor textura y resistencia. El pomo, es decir la pelota que aparece al final de la empuñadura de la espada, era esférico -salvo en algunas Pompeii que era un círculo chato- cuya función era la de evitar que la espada se zafara de la mano del legionario.Al guarda-mano, o sea figura romboide que esta entre la empuñadura y la hoja, y que protege la mano del soldado, generalmente se le colocaba una pieza de latón. De esta manera si se entraba en un combate de espada contra espada intenso y se sufría un golpe recto en el guarda-mano propio, la espada enemiga no atravesaría la madera infligiendo un daño terrible en la mano del legionario que la empuñaba. Más allá de que en algunas películas se muestren las empuñaduras de las gladius talladas y decoradas esto era extremadamente raro. Y el hecho de que la gran mayoría fueran de madera, lamentablemente, hizo que sólo una extremadamente pequeña cantidad de empuñaduras lleguen a nuestros días. Un detalle que se hace reconocible instantáneamente en las gladius es que el mango de la empuñadura estaba formado por medios círculos pegados unos con otros. Esto no era meramente decorativo sino que le otorgaba un agarre y comodidad sin igual, además de limitar o eliminar la posibilidad de que corriera la mano por el mango tras un golpe fuerte.




Tres tipos diferentes de empuñaduras de gladius.



Tipos de gladius y sus diferencias


Aquí veremos algunas observaciones sobre cuales eran las diferencias entre los diferentes tipos de gladius. Las espadas están acomodadas de la siguiente manera de izquierda a derecha: Mainz, Fulham y dos Pompeii.





En el siguiente gráfico podemos ver una comparativa notable de las hojas de los diferentes tipos de gladius.


A primera vista vemos que la Mainz presentaba un leve acinturamiento en la hoja -es decir que los filos eran paralelos y curvados y no paralelos y rectos-. Esto marca su parentesco más cercano con la Hispaniensis. Vemos que la Fulham tiene una hoja menos ancha y un poco más corta, pero su punta es considerablemente más larga. también notamos una disminución en el pomo de la Fulham, si bien esto es relativo ya que el pomo incluso variaba de espada a espada. Al ver las siguientes dos espadas -que son dos Pompeii- vemos como ya se comienza a abandonar la punta en V extremadamente alargada, se mantiene el ancho de hoja de la Fulham, pero se aumenta su largo y justamente con este aumento de longitud y disminución del largo de la punta esto nos indica que ya era una espada más de combate por corte, si bien su utilización seguía siendo primordialmente para dar muerte por penetración.

P.D. Ya teneis en el blog del guerrero de Qarth-Hadasth el proceso de fabricación de una gladius artesanal para todo aquel que esté interesado.

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